septiembre 27, 2008

Tango


Hace poco tiempo fui al cine con una amiga a ver "Die Fälscher" (los falsificadores), película que sin pensarlo cambiaría una parte de mi vida. Hace a penas unos meses (aproximadamente unos 6) comenzó mi interés por el violín, y una de la pocas canciones que conocía era la de "por una cabeza", cación principal de la pelicula café con aroma de mujer, esta canción se convirtió en una de mis favoritas sin embargo su género, el tango, me seguía siendo indiferente. Al ir a ver esta película, los falsificadores, me di cuenta de que el personaje principal era un judío enamorado del tango, así que todo el soundtrack de la película era en este género, y que podría mostrar una gama de sentimientos, sin embargo, uno de ellos me llamó más la atención, el amor... el tango es un genéro por romántico por excelencia y ahora se ha vuelto uno de mis generos favoritos, principalmente Carlos Gardel... ahora no puedo evitar escuchar el tango y pensar en el amor, pensar en la película, pensar en la gran charla que tuve con mi amiga ese día, pensar en el romanticismo y pasión que despierta en la población argentina, principalmente en Boca, y por supuesto pensar en un gran violín o una voz llena de sentimiento... es un genero viejito, muchos amigos me lo han dicho, sin embargo vale la pena darse tiempo y escucharlo al menos una vez, y por supuesto bailarlo... creo debemos experimentar cuanto podamos antes de morir, y esta es una buena experiencia, a quién no le gustaría bailar con la persona que ama y sentir que flota?

Canciones recomendadas: por una cabeza (violín), el día que me quieras

septiembre 24, 2008

El Pastor amoroso (III)


Pasé toda la noche sin dormir, viendo, sin espacio, la figura de ella,
y viéndola siempre de maneras diferentes a como la encuentro.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que ella es cuando me habla,
y en cada pensamiento varía de acuerdo con su semejanza.

Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir de pensar sólo en ella.
No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no pienso sino en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla
para no tener que dejarla después.

No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que quiero.
Quiero sólo
pensar en ella.
No pido nada a nadie, ni a ella; sólo pensar.

Alberto Caeiro